Las mantarayas no tienen costillas y son fáciles de cazar para los pescadores que las meten dentro de empanadas para los turistas de la isla Holbox.
Este esqueleto plástico fue emplazado junto a CACOMISTLES en el corazón del basural municipal de la isla, donde la heces del turista con trozos de mantarraya son quemadas todas las noches por falta de espacio en el basurero. Al ser la isla un manglar no es posible cavar un hoyo para esconder los deshechos, sin que éste se inunde de mar.
Las COSTILLAS DE MANTARRAYA sirven ahora para que se posen los zopilotes y para que ambos, costilla y zopilote, posen para los turistas que llegan en hordas al basural, atraídos por ese amargo olor a animal muerto.